El Libre albedrío y el Tarot son dos conceptos que pueden resultar a priori un poco chocantes a la hora de combinarlos. Hay muchas personas que opinan que el Tarot nos condiciona con sus repuestas y mensajes. Por tanto, para estas personas el libre albedrío queda anulado por los Arcanos del Tarot.

En cambio, hay otras personas que insisten en ejercer su libre albedrío a toda costa. Para estas personas, el Tarot no tiene la más mínima importancia ni rigor.

En este artículo del blog de 78 Puertas vamos a reflexionar un poco sobre este tema y a aportar información de manera neutral. De esta manera, podrás tomar una decisión por ti mismo. Lo cual, a fin de cuentas, debería ser la base de todos nuestros comportamientos individuales. Decidir por nosotros mismos qué queremos hacer y qué no queremos hacer.

El Libre Albedrío y el Tarot

¿Qué es el Libre Albedrío?

Podemos definir Libre Albedrío como la capacidad de optar entre distintas alternativas que se nos ofrecen, o crear otras nuevas. Nadie ni ninguna ley de la naturaleza puede torcer, en principio, nuestra voluntad. Nos consideramos capacitados para tomar decisiones por nosotros mismos.

Es decir, si vamos a la más pura esencia del término, Libre Albedrío es la capacidad de tomar decisiones de forma personal en base a nuestros propios criterios.

¿Qué es el Tarot?

El Tarot es un mazo de 78 cartas, compuesto por 22 Arcanos Mayores y 56 Arcanos Menores. En base a cómo se transforma el lenguaje visual del Tarot en palabras, podemos contestar preguntas a través del uso del Tarot, de leer sus cartas.

¿Cómo se aúnan estos dos conceptos?

Lo primero de todo que hay que tener claro es que el Tarot aconseja, pero no sentencia. El Tarot nos proporciona información. Si haces esto, pasará eso. Si haces aquello, ocurrirá aquello otro. En caso de no hacer nada, pasará esto otro.

¿Influye todo esto en nuestra capacidad de tomar decisiones? ¡Obviamente no! El Tarot se limita a darnos información. El cómo utilicemos esa información es cosa nuestra y de nuestra capacidad de tomar decisiones, es decir, de nuestro Libre Albedrío.  El Tarot, como herramienta, es totalmente neutro. No tiene emociones y lo mismo puede avisar de una desgracia como de algo extremadamente afortunado. Eso al Tarot no le importa porque no tiene conciencia. El Tarot no es más que una baraja de 78 cartas llamadas Arcanos.

Por lo tanto, el uso que como seres individuales hagamos de la información que el Tarot nos pueda, depende exclusivamente de nosotros mismos.

Edipo

La antigüedad clásica nos ha legado muchos mitos y leyendas. Hay varios entre ellos que podríamos referir en este artículo, pero hay uno en especial que nos viene como anillo al dedo. El mito de Edipo. No nos referimos al hecho del amor hacia la madre o de que matara a su padre, eso no forma parte del tema de este artículo del blog.

Lo que aquí nos interesa es que Edipo, fue a ver a un adivino y desde ese momento cometió todos los errores necesarios para que se cumpliera la profecía. Y no se trataba de un adivino cualquiera, sino el “gran” Oráculo de Delfos.

Y decimos bien al decir que Edipo cometió errores, porque quedó tan horrorizado con el mensaje que recibió (matar a su padre y casarse con su Madre), que por todos los medios intentó evitarlo. Se fue de su casa, abandonó a sus padres, nada menos que los reyes de Corinto) y se puso en marcha hacia otra ciudad-estado griega, Tebas, sin saber que era ahí donde realmente había nacido. Es decir, volvía a casa sin saberlo.

En el camino del exilio se cruzó con un hombre al que mató, su padre biológico. Al llegar a Tebas derrotó a la famosa Esfinge, un cruel monstruo. Los ciudadanos para premiarle y agradecerle la liberación de la ciudad, le otorgaron el trono y la mano de la reina viuda. Ésta no era otra que su madre biológica, Yocasta.

Lecciones a extraer del mito de Edipo

Aquí hay algo importante. La falta de información correcta y completa es la que pudo propiciar que Edipo se marchara de casa de sus padres adoptivos (él no sabía que era adoptado) y que así los acontecimientos se precipitaran.

Hubiera bastado que se quedara en casa de sus padres adoptivos en Corinto y no hiciera nada, nada de nada. Así la profecía de oráculo no se habría cumplido. Pero precisamente la falta de información fue la que propició que las cosas ocurrieran como lo hicieron.

En base a esto podemos deducir que estar informados es un punto clave para tomar buenas decisiones. Y eso es algo que el Tarot hace muy bien, ¡darnos información! Aunque para entender esa información, desde luego hace falta saber leer el Tarot o acudir a que un profesional te lea las cartas.

Lo que hagamos con esa información es cosa de cada uno. Las decisiones que tomamos, cada una de ellas, son unipersonales, cada uno toma sus propias decisiones en base a sus preferencias, razonamientos, gustos, información,… Y desde luego también somos libres de hacer caso omiso a la información que nos dé el Tarot.

El Tarot puede decirnos que no es recomendable irnos de vacaciones a la playa, y nosotros decidir ir igualmente a la playa a pesar de lo que digan las cartas. Luego tal vez nos arrepintamos y nos preguntamos que por qué no nos fuimos de vacaciones a la montaña o a otra ciudad. Esto también forma parte del comportamiento humano.

¿Y tú qué piensas de todo esto? ¿Haces caso a la información que te da el Tarot cuando lo lees o te hacen una lectura?