El Tarot y el Desarrollo del Alma es un proyecto personal que llevamos años estudiando y preparando. En esta entrada vamos a acercarnos al Tarot desde un punto de vista diferente. El Tarot tiene muchos usos diferentes. El más usual es el adivinatorio. Pero el Tarot, grande como es, nos ofrece más, mucho más. ¡Basta con querer! Hoy vamos a ofreceros un recorrido a vista de pájaro de cómo se desarrolla nuestra vida y de cómo esto se relaciona con el Tarot.

Para explicarlo más claramente no vamos a ayudar del maravilloso laberinto de la Catedral gótica de Reims, en Francia. No está muy claro el motivo de la presencia de laberintos en algunas catedrales góticas, especialmente francesas. Existe una teoría que afirma que realizar el recorrido del laberinto de rodillas era una penitencia. O incluso una sustitución del peregrinaje a Tierra Santa. Había personas que no podían físicamente realizar la peregrinación hasta Jerusalén. Estas personas podían realizar el recorrido del laberinto y alcanzar igualmente el perdón. Insistimos, es sólo una teoría.

EL LABERINTO DE LA CATEDRAL DE REIMS

Este magnífico laberinto fue destruido en el año 1779 y tan solo podemos encontrarlo en referencias y obras dedicadas a este tema. Tenía forma de octógono y tenía otros cuatro octógonos más pequeños en las cuatro esquinas alrededor del núcleo central. Ésta es la imagen que del mismo ha llegado hasta nuestros tiempos:

 

El desarrollo del alma en el Laberinro de Reims

Para nosotros, amantes del Tarot, esta imagen nos evoca poderosamente al arcano del Mundo. Hay un espacio central (la figura danzante) y cuatro espacios en las esquinas (los cuatro elementos, las cuatro figuras).

El desarrollo del alma y el Tarot

Esto nos lleva a preguntarnos qué pasaría si recorremos el laberinto. ¿Dónde llegaríamos? ¿Qué implicaría eso? El resultado es la descripción del desarrollo del alma. Las fases de la vida humana como nunca las habías visto antes. Ten en mente que la palabra laberinto viene del griego y una de sus acepciones es trabajo interno.

EL TAROT Y EL DESARROLLO DEL ALMA:

EL LABERINTO

 

Así que dicho, y hecho.

Empezamos el recorrido como el Loco. Estamos llenos de posibilidades y ahora nos toca desarrollarlas y desarrollarnos a nosotros mismos durante el proceso.

EL TAROT Y EL DESARROLLO DEL ALMA: PRIMER ELEMENTO

Tradicionalmente se asocia el Viaje del Loco al recorrido que éste hace por todos los Arcanos Mayores hasta llegar al Mundo. Así que hemos colocado el Loco a la entrada del Laberinto y hemos marcado su camino. De esta manera podemos hacer un símil sobre cómo evolucionamos durante nuestra vida. Es decir, durante nuestro recorrido vital vamos acumulando experiencias y conseguimos “dominar” o “adquirir” el control sobre ciertos aspectos. Estos elementos representan fases vitales. Períodos de entrenamiento en los que nos relacionamos en el mundo material y sensorial para perfeccionarnos como personas.

¿Cuál es el primer elemento al que ha llegado el Loco en su viaje? ¿Qué es lo primero que necesitamos en nuestro periplo vital? En nuestro ejemplo, ese primer elemento al que llegamos es el correspondiente al palo de los Bastos y a la imagen del león en la imagen del arcano del Mundo.

El desarrollo del alma a través del Elemento Fuego

Esto, reconozco, que me ha pillado por sorpresa. La idea que tenía era que el primer elemento sería el Oro, el correspondiente al elemento Tierra. Esto implicaría que lo primero que queremos en la vida es asegurarnos la supervivencia. Parece algo lógico que el elemento Tierra sería el primer objetivo a conseguir en esta vida.

Los deseos

Sin embargo, en este caso, vemos que lo primero que necesitamos y aseguramos es el elemento Fuego. Tradicionalmente se le asocia con los deseos. Es un recorrido largo, muy largo, por toda la zona exterior del laberinto. Podemos intuir que nos lleva años conseguirlo. O bien que durante muchos años estamos más pendientes de nuestros propios deseos que de otros aspectos de nuestra personalidad.

He encontrado una cita muy interesante que se aplica muy bien a todo esto:

“…ahora sabes que tu esencia, el material real del que estás hecho, es el deseo. Deseas la Luz, lo cual significa que deseas felicidad, sabiduría, diversión, satisfacción, tranquilidad, bienestar,…” El poder de la Kabbalah, Yehudá Berg (Capítulo 3, página 123).

Es decir, que el deseo es el primer motor que nos mueve. Es la base de nuestra subsistencia como seres vivos. Viéndolo desde este punto de vista, que el Basto sea el primer elemento que adquirimos en nuestro periplo vital, no suena ya tan descabellado. De hecho, incluso tiene sentido.

Continuamos nuestro viaje…

EL TAROT Y EL DESARROLLO DEL ALMA: SEGUNDO ELEMENTO

El desarrollo del alma a través del Elemento Aire

El segundo elemento al que llegamos en nuestro recorrido por el laberinto es el que corresponde a las Espadas. Las espadas están asociadas al elemento aire, a la inteligencia. Y llama poderosamente la atención que después del largo viaje que nos ha supuesto llegar a los bastos, este recorrido es directo y corto. Casi podríamos llegar a pensar que adquirir y desarrollar la inteligencia es algo casi natural y espontáneo. Por algo nuestra especie es “homo sapiens”.

Podemos decir que nuestra primera meta es satisfacer nuestros deseos (para poder vivir) y después podemos aplicar la inteligencia y la lógica para poder vivir mejor.

Curiosamente tanto los bastos como las espadas están en el lateral derecho del arcano del Mundo. Yoav Ben Dov asigna a estos dos elementos en la zona de la derecha de dicho arcano los calificativos de duros y masculinos. Mientras que a los de la izquierda los denomina como suaves y femeninos.

Esto implica que en nuestro recorrido vital, independientemente de nuestro género, las personas viven, experimentan y adquieren primero los elementos masculinos (egoístas, individuales) y posteriormente se viven los elementos femeninos (generosos, grupales, sociales). Es decir, primero la persona se desarrolla como individuo y luego pasa a formar parte de un todo más grande: El grupo. Este grupo puede ser reducido, como la familia, o enorme, como la Sociedad.

El tiempo no se detiene, y la vida tampoco. Y nos toca evolucionar y continuar el viaje hacia el siguiente elemento…

EL TAROT Y EL DESARROLLO DEL ALMA: TERCER ELEMENTO

En esta ocasión, el Laberinto nos lleva hasta las Copas. Como todos sabemos, este palo del Tarot se asocia con el elemento agua y con las emociones. Este tercer elemento también demanda de nosotros un largo recorrido, o como hemos explicado antes, mucho tiempo de vida. Y además una buena parte de él lo realizamos en la parte derecha del laberinto.

Hasta ahora hemos adquirido una serie de valores “masculinos” (en base a lo comentado más arriba). Y es precisamente desde esa masculinidad (insisto que esto no tiene nada que ver con el género sexual de la persona) es desde donde buscamos llegar a las copas, donde adquirir la habilidad de lidiar con las emociones.

El recorrido que hace el Loco del Tarot por el Laberinto nos indica que eso no lleva a nada. Que necesitamos un cambio de mentalidad, de paradigma, para poder adquirir el siguiente elemento. Para poder vivir plenamente nuestras emociones debemos acercarnos a nuestro lado femenino. Y esto nos lo confirma el hecho de que es en el lado izquierdo del Laberinto donde se encuentra la Copa.  Una vez que nos adentramos en ese lado, tardamos poco tiempo en llegar a este nuevo elemento.

Aun así, el hecho de que el recorrido sea largo en su conjunto, nos indica que necesitamos mucho tiempo para cumplir este objetivo. Menos tiempo que el que hemos necesitado para los Bastos, pero muchísimo más que el necesario para las Espadas.

El camino hasta este punto

Si echamos la vista atrás vemos que nuestra primera meta en la vida es satisfacer nuestros deseos primarios,  luego aplicamos la inteligencia y la lógica para poder vivir mejor, y a continuación nos dedicamos a la búsqueda y desarrollo de nuestro mundo emocional. No sólo el Amor y la pareja. Todo ese bagaje emocional hace de nosotros unos atletas evolutivos; las espadas han interpretado un hecho (inteligencia), que lleva una copa asociada (emoción). Esa relación de espada-copa (mente-emoción) será la que nos lleve a realizar una acción determinada (conducta).

El Loco continúa su viaje…

EL TAROT Y EL DESARROLLO DEL ALMA: CUARTO ELEMENTO

El desarrollo del alma a través del Elemento Tierra

En la siguiente estación de nuestro periplo vital llegamos al palo de los Oros. Tradicionalmente se asocia este palo del Tarot con el elemento tierra y con el cuerpo físico, la protección, estabilidad y sostenibilidad de nuestra vida. También con los medios materiales necesarios para lograr todo eso.

En esta ocasión el recorrido vuelve a ser muy corto, al igual que nos pasó para llegar a las espadas. Manteniendo la misma metáfora que empleamos con las espadas, el paso del mundo emocional al mundo material parece algo sistemático. Es dar un paso más, sencillo, rápido, directo.

En el mundo de las emociones dejamos de estar solos. Como indicaba antes, pasamos a formar parte de un grupo mayor. Algo más grande que nosotros mismos. Es en este mundo donde encontramos el amor. Entonces es lógico que después de eso queramos lograr las condiciones materiales estables que nos permitan mantener dichos logros. Con el elemento tierra obtenemos la seguridad material que nos permite dedicarnos a otros menesteres con un espíritu más ligero y menos preocupado.

Pero el viaje del Loco no acaba aquí. Hay mucho espacio en blanco. Aún hay mucho camino por recorrer. Lo vemos en la imagen. Hay algo más…

EL TAROT Y EL DESARROLLO DEL ALMA: EL CENTRO DEL LABERINTO

El Tarot y el desarrollo del alma en el Laberinto de la Catedral de Reims

El siguiente paso al que arbitrariamente he asignado el color rosa nos lleva al centro del laberinto. ¿Y qué encontramos en el centro del laberinto? La figura danzante que está dentro de la mandorla en el arcano del Mundo.

Una vez más es un recorrido largo, muy largo. Puede que incluso un poco más que el camino marcado en color rojo que nos lleva hasta las copas. Es decir, necesitamos mucho tiempo para llegar al centro. Tenemos que perfeccionarnos a nosotros mismos, a nuestras habilidades y talentos, a nuestro uso de los elementos para poder llegar al centro.

El recorrido necesario para los bastos era en la zona exterior. Podemos asimilarlo a que está relacionado con aspectos externos, con cómo nos ven los demás, cómo nos relacionamos. En cambio, el camino al centro es totalmente interior. Es lo que nos forja la personalidad. Es nuestro Yo interno. Aquí está lo que somos realmente.

Empezamos nuestro recorrido en el laberinto como el arcano del Loco. Y lo acabamos transformado en el arcano del Mundo. Tradicionalmente en el Tarot se asocia a la carta del Mundo con el éxito, el triunfo. Y desde un punto de vista del desarrollo interno, se puede añadir que indica que la persona ha alcanzado el máximo nivel de crecimiento espiritual. Se ha logrado un nivel superior de conciencia. Se ha llegado a un escalón más alto. Esa figura central es un ser perfecto que ha “vivido” completamente los cuatro elementos y ha completado su formación vital. Un objetivo muy hermoso para conseguir en la vida.

EL TAROT Y EL DESARROLLO DEL ALMA. RESUMEN:

Os dejo aquí esta pequeña y resumida lista de lo que es, significa y representa cada uno de los palos/elementos en la carta del Mundo:

Bastos: Deseo, la pelvis del cuerpo, el León del Mundo, elemento Fuego, el Sur. El recorrido más largo de todos dentro del laberinto.

Espadas: Intelecto, la cabeza del cuerpo, el Águila del Mundo, elemento Aire, el Este. El recorrido en el laberinto es ciertamente corto.

Copas: Emoción, el torso del cuerpo, el Humano del Mundo, elemento Agua, el Sur. Nuevamente un recorrido largo.

Oros: Cuerpo, las piernas del cuerpo, el Toro del Mundo, elemento Tierra, el Oeste. Otra vez el camino a recorrer es muy corto.

A esto hay que añadir el Centro: Éxito, completar una misión, evolución y crecimiento personal. El camino vuelve a ser muy largo.

Hay que tener en cuenta que la longitud del camino es indicativa del tiempo que nos hace falta para poder recorrerlo, vivirlo, adquirirlo y trascenderlo.

Esta lista está en el mismo orden en el que, siempre según el laberinto de la Catedral de Reims, adquirimos cada uno de los elementos en nuestro recorrido vital.

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