La importancia de la pregunta es absoluta a la hora de leer el Tarot. Cuando tenemos una pregunta, cuando contestamos una pregunta con el Tarot, la pregunta nos da un contexto en el que leer los Arcanos. Y en toda lectura de Tarot, el contexto es esencial.
La importancia de la pregunta
Las personas no siempre somos conscientes de los problemas que tenemos. Sí, sabemos que tenemos un problema, o varios, pero no siempre somos capaces de plasmarlos en palabras. Y en los casos en los que sí somos capaces, habitualmente no nos atrevemos a revelarlos en los primeros minutos de una consulta de Tarot. Sentimos vergüenza, o no creemos contar con la suficiente libertad para expresarnos libremente delante de una persona que no conocemos. Esto implica que la pregunta que el consultante formula al comienzo de la sesión no siempre es la pregunta que realmente quiere hacer. O al menos, no es la pregunta real que tiene que contestar el Tarot.
¿Todo gira en torno al Futuro?
Hay personas que acuden a la sesión de Lectura de Tarot como si el Tarotista con sólo mirarles ya les pudiera decir todo de su vida. Así que suele haber preguntas a futuro. ¿Me voy a casar? ¿Le va a ir bien a mi empresa? ¿Mi hijo va a encontrar una persona que le haga feliz? La importancia de esta pregunta para el consultante puede ser máxima.
Pero tomar estas preguntas al pie de la letra y transmitir una respuesta definitiva por parte de las cartas no siempre es lo más adecuado por parte del Tarotista. ¿Por qué? Porque sea positiva o negativa una respuesta “definitiva” puede interferir en el libre albedrío de las personas.
Me explico:
Una predicción positiva (sí, todo va a salir bien), puede hacer que el consultante lo de todo por hecho. Por tanto, no pondrá de su parte para que las cosas sucedan. Disminuirá su motivación para esforzarse, porque “las cartas dijeron que iba a pasar”, porque “el éxito estaba garantizado”, según el Tarot.
De la misma manera una predicción negativa (no, eso no va a ocurrir), puede hacer que el consultante piense que está todo perdido. Ya no tiene motivación para esforzarse, para luchar e intentar conseguir lo que quiere.
El punto a tener en cuenta es que estas preguntas están formuladas en términos de futuro. Pero el futuro se construye en el presente. Y esas preguntas y las palabras que emplea el consultante reflejan sus preocupaciones y miedos presentes sobre su futuro. Es decir, las preguntas del consultante no son sobre el pasado o sobre el futuro, suelen ser sobre el presente. La pregunta que tiene en su interior y que no formula es ¿qué puedo hacer para que todo vaya bien? ¿Qué está en mi mano hacer para que el asunto por el que el que pregunto acabe bien? Y es aquí donde radica la importancia de la pregunta para el consultante, en lo que sí puede hacer para conseguir lo que quiere.
¿Y cuando acaba la sesión de consulta de Tarot?
Las reacciones de la persona consultante al acabar la sesión de consulta pueden ser variadas y no deben ser tomadas al pie de la letra. En ocasiones se dicen cosas del tipo de “no me he visto reflejada en nada de lo que me has dicho”. O tal vez, “no me has dicho nada nuevo que no supiera ya”. A veces es un “no, esa persona no es así para nada, yo la conozco muy bien”.
Pero tiempo después, hay consultantes que retoman el contacto y nos dicen, “¿sabes? Eso que me dijiste al final se cumplió”. O también, “me quedé mucho tiempo pensando en lo que me dijiste, y hace poco lo entendí”. Es decir, que la lectura que les dimos sí tenía sentido para la consultante, y mucho. La persona consultante tan sólo necesitaba tiempo para que cada cosa se pusiera en su lugar.
Los cambios reales siempre suelen generar rechazo. Cambiar nuestra forma se ser o actuar no es fácil. Pero cuando estos cambios son positivos, ¿por qué no realizarlos? El tiempo todo lo cura, dicen, y el tiempo también pone a cada uno en su lugar. Es el gran Maestro que lo cura todo. Por eso, en ocasiones, los consultantes necesitan tiempo para poder asimilar y entender plenamente lo que les dice el Tarot.
Conclusión
En base a todo esto podemos decir que una lectura de Tarot es buena o exitosa cuando el consultante lo considera como una experiencia útil y positiva. A final de cuentas, ése es el único criterio que importa. Lo que el consultante quiere es una ayuda para tomar una decisión. Pero, como hemos explicado antes, a veces hace falta un cierto tiempo para poder sopesar adecuadamente la respuesta obtenida.
Y como decíamos al principio de este artículo, para lograr esto necesitamos una pregunta bien formulada. La pregunta nos aporta el marco de trabajo dentro del cual tenemos que leer el Tarot y adaptar a él lo que los Arcanos dicen. Por eso la importancia de la pregunta a la hora de leer las cartas es máxima para el Tarotista.
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