Ayer escuché en la radio la canción Astaroth de Mago de Öz en la que se dice «Soy el que soy, el Portador de Luz» y eso me llevó a reflexionar sobre ese nombre, Portador de Luz. ¿Qué significa? ¿Qué implica? Y sobre todo, ¿cuál es la posible relación con el Tarot? Además la asociación entre Porta (dor) y Puerta es bien clara. ¡Veamos qué puertas de estas 78 podemos abrir!
Portador de Luz: El Ermitaño
Un Portador de Luz, a primera vista, es alguien que lleva un aparato que da luz (candil, linterna, foco,…). Basándonos solamente en esto, a nuestra mente acude de inmediato la figura del Ermitaño.
Es bien obvio que en (casi) todos los mazos de Tarot conocidos, el Ermitaño siempre lleva un candil o linterna con la que arroja Luz por delante de sí mismo. En el Tarot Thoth de Crowley, esta luz se encuentra justo en el centro geométrico de la carta y es una representación del Sol.
En la Edad Media europea (época del nacimiento del Tarot tal y como lo conocemos hoy en día) la Luz era una metáfora del Conocimiento, de la Sabiduría. Tendiendo esto en cuenta, podríamos considerar a los Portadores de Luz del Tarot como proveedores de Sabiduría y Conocimiento.
Ahora bien, ¿es el Ermitaño un maestro? ¿El Ermitaño se dedica a enseñar? El propio nombre del arcano nos dice que esto no es así. El Ermitaño huye de la sociedad y de la gente, puede ser incluso arisco. Usa la Luz para alumbrar su propio camino, tanto el físico como el espiritual. Sí que podemos decir, que en su camino puede buscar más Conocimiento y llegar a encontrar alguien a quien enseñar, pero no es su misión primaria.
Portador de Luz: El Papa
Si hablamos de enseñar, de maestros y de Tarot, obviamente viene a nuestra mente la carta del Papa.
Aquí SÍ tenemos un maestro. De hecho suele salir representado junto a dos acólitos (tanto el Marsella como en el Rider Waite de la imagen de arriba). Y el Papa, el Pontífice, lo que hace es ser un puente en sí mismo (Pontífice en latín significa el que hace puentes). Un puente para transmitir y conectar lo de arriba con lo de abajo, lo divino y lo humano. ¡Qué gran definición de enseñanza! Desde luego que el Papa es un Portador de Luz, no de la física, sino de la espiritual.
Quizás recordéis una escena de la película El Club de los Poetas Muertos, donde a modo de ceremonia iniciática, un alumno encendía con su vela la vela de otro alumno, mientras el decano decía aquello de «Transmitid la Luz del Conocimiento».
Portador de Luz: El Sol
Hablar de luz por supuesto implica mencionar el arcano del Sol, la Luz de toda Luz, y la fuente de ella en nuestro planeta y en el resto de nuestro sistema solar. Gracias al Sol podemos ver durante el día. Además uno de sus significados es aclarar, aportar luz a algo que está confuso o no del todo claro.
¿Dónde queda la mujer y lo femenino?
Pues está presente en el Tarot, ¡claro que sí! Y hay muchas más maestras de lo que pudiera parecer. ¡Son auténticas Portadoras de Luz!
En esta imagen vemos a la Papisa, la única figura de todo el Tarot de Marsella que tiene un libro en sus manos. En plena Edad Media los libros eran algo muy, muy caro y al alcance de muy pocas personas. El representar un libro en manos de una mujer hace del Tarot de Marsella algo revolucionario para esa época tan misógina.
La Luna nos habla de la Sabiduría y el Conocimiento no visible, del inconsciente. También de la suavidad y circunloquios frente a las actitudes directas y agresivas que estarían representadas en el Sol. Aquí tenemos representado el Conocimiento de la Intuición, la Sabiduría de las eras pasadas. Para quien no lo haya hecho, cuando haya luna llena intenta alejarte de la ciudad y sus luces. Podrás disfrutar de la luz de la luna llena. Es más intensa de lo que pueda parecer.
La Emperatriz nos puede hablar de la Madre, y de todo el Conocimiento espontáneo que surge no se sabe muy bien de dónde. Una madre sabe identificar los distintos tipos de lloro de su bebé, sabe cuándo llora por hambre y cuándo porque hay que cambiarle el pañal. Ese Conocimiento, esa Sabiduría innata hace de la Emperatriz una Portadora de Luz muy, muy especial.
Aún hay más…
En la Templanza tenemos representadas a las Sanadoras. ¡Es curioso que rara vez fueran Sanadores los hombres en aquella época! El Conocimiento de las plantas y de cómo y cuándo recolectarlas y aplicarlas hicieron de ellas las pioneras de las modernas doctoras en Medicina.
El Arcano de la Fuerza empezó representando a Hércules con su maza y el león de Nemea de uno de sus famosos trabajos. Posteriormente su representación cambió a esta otra que tan bien conocemos y que es la virtud de la Fortaleza. La Sabiduría interna de saber aguantar las tempestades de la vida y que «esto también pasará».
En el arcano de la Estrella tenemos representada a la Esperanza, pero también la conexión con la Naturaleza, sus fuerzas y ritmos.
Pero, ¿y Lucifer?
Según la Wikipedia, Lucifer significa justa y exactamente el Portador de Luz, el tema de esta entrada. También se le asocia al lucero del alba, la Luz que anuncia un nuevo amanecer cada mañana.
La representación que encontramos en el Tarot de Marsella no muestra muy claramente la antorcha que lleva en su mano izquierda (nuestra derecha). En el mazo de Camoin y Jodorowsky es tal vez donde mejor se aprecie. Más claramente aparece en el Tarot de Wirth o el Rider Waite que vemos en la foto.
La pregunta que dejamos en el aire para nuestros lectores, es: ¿Qué Luz, Conocimiento o Sabiduría nos puede aportar el Arcano del Diablo?
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