Hay tres cosas, como mínimo, que no deben influir en tus lecturas. Y da lo mismo que sean lecturas de Tarot, de Oráculos, de Baraja,…
Si estás leyendo esto y hay días en los que te sientes mejor. Otros en los que no te habrías levantado de la cama. Y en ocasiones tienes un humor de perros… ¡Estás de enhorabuena! ¡Eres Humano! Y si aparte de esto lees cartas, tienes que esquivar tres cosas que no deben influir en tu lectura.
Para un tarotista profesional o incluso para un lector de cartas aficionado, es necesario mantener cierta distancia con nosotros mismos e incluso con la persona a la que se lee. Dentro de la lógica de interpretar cartones con imágenes hay que ser objetivos y ¡por qué no decirlo!, un poco fríos. No nos referimos a la frialdad en el trato. Es dejar al margen de la lectura sentimentalismos, excesos de confianza y dramas.
Veamos cuáles son esas tres cosas que no deben influir en tu lectura.
1ª Influencia – Tu estado de ánimo.
Ésta es la primera de las tres cosas que no deben influir en tu lectura.
No todos los días son iguales ni igual de buenos. Si te dedicas de forma profesional a leer cartas, tarot, etc., hay una cosa que hay que dejar aparcada al margen de ti mismo y eso es el estado de ánimo.
Puede resultar tan negativo un exceso de confianza y entusiasmo como una visión negativa y catastrofista de la vida.
Lo mejor es leer al margen de uno mismo. Cuando leas las cartas aparca tu vida por ese tiempo que vayas a destinar a una persona. Trata, como siempre, de extraer los mensajes que el Tarot tiene para esa persona. Leer de forma neutra es el mejor modo de dar buenas lecturas. Sólo así podrás ofrecer, de modo natural, las opciones que las cartas tienen para el consultante.
2ª Influencia – Tus vivencias y las reacciones ante ellas.
¡Éste es otro de los intrusos a los que hay que cerrar el paso!
No dejes que tu lectura se mezcle con agentes externos.
Cuando una persona se consulta las cartas, quiere saber qué tienen que decirle a ella. No que otro le cuente “pues yo en tu caso…”, o “recuerdo que cuando a mí me pasó lo mismo, hice…”
Lo que tú has hecho en tu vida es tuyo. Esos hechos han evolucionado de una determinada manera porque había un entorno determinado, una gente concreta a tu alrededor. Tú tienes un carácter y forma de ser determinados. Reaccionas a tu modo y esa manera hizo que funcionara o no en ese momento y para ti.
Todo esto no quiere decir que esa experiencia, forma de actuar y resultado vaya a valer a otra persona. ¿Por qué no? Porque son otras circunstancias, entorno y personalidad.
Por lo tanto, no des consejos del tipo “deberías hacer tal o cual porque a mí me fue bien…” No opines sobre cómo esa persona debe actuar pues tú no eres ella.
En no pocas ocasiones descubrimos que lo que dicen las cartas va contra nuestro criterio u opinión.Y esas son la mejor alternativa de acción para esa persona. Debemos ser los suficientemente maduros y responsables para saber ver los mensajes que esas cartas quieren transmitir a esa persona. Tratemos de leer al margen de nosotros mismos.
3ª Influencia – Tus creencias y prejuicios
Como solemos decir, las creencias son fe sin ciencia. Es decir nada nos puede confirmar que eso que creemos es realmente así. Ni siquiera podemos comprobar que estamos en lo cierto cuando creemos lo que creemos. Cada uno tiene las suyas y las da por buenas.
A su vez, los juicios de valor que hacemos sobre cualquier tema, sin tener todos los datos posibles e incluso sin haber experimentado dichas circunstancias, hacen que tengamos una opinión sobre todo de forma automática y anticipada a toda lógica. Bien porque va con nuestra forma de pensar o sentir o fruto de creencias previas. Nos anticipamos a los hechos elaborando una conclusión previa a la evaluación (pre-juicio). Y generalmente esa valoración es negativa.
Tres cosas que no deben influir en tu lectura: Conclusiones
Hablamos desde nuestra experiencia y consideramos que:
Si evitas estas tres cosas que no deben influir en tu lectura. Adquieres un conocimiento profundo y preciso de las cartas. Practicas, practicas y practicas. Eres honesto y sincero en tus interpretaciones. No inventas, ni supones. No juzgas. Reconoces que eres humano y no eres infalible. Tratas de ser útil y trabajas con respeto y amor, llegarás a dar lecturas útiles y profundas a tus consultantes.
Estas han sido las tres cosas propias que no debes dejar que influyan en tu lectura.
En una próxima publicación hablaremos de los factores externos que tampoco debes dejar que interfieran en tus interpretaciones.
Gracias exelente explicación
Gracias, Luz. por tu apreciación y por seguir nuestras publicaciones.
Un cordial saludo,
Erica
Equipo de 78 Puertas