El miedo a dar malas noticias con el tarot, es decir, al hacer lecturas de tarot es el tema que nos ocupa en el artículo de hoy. En los últimos 10-15 años la sociedad, y nosotros con ella, ha cambiado en muchos aspectos. A veces para mejor y a veces para peor, en cierta forma también influida por las redes sociales. Hoy en día vivimos en un mundo que parece que debe ser “Happy Flower” sí o sí. Un mundo en el que el Sol brilla todos los días, todo es color de rosa y todo el mundo es feliz.
Pero esto no siempre pasa. Todos hemos pasado y seguimos pasando por situaciones duras, comprometidas, incluso tristes, y en algunas ocasiones, incluso devastadoras. Forma parte la vida. Y al igual que hay alternancia entre el día y la noche, el verano y el invierno, en la vida real también hay momentos buenos y momentos malos.
El miedo a dar malas noticias con el tarot
es una experiencia común y desafiante para muchas personas, especialmente para aquellos que trabajan en roles donde la comunicación es crucial, como es el caso de los tarotistas. Un consultante, sea hombre o mujer, viene a nosotros con sus miedos, sus dudas y hace una pregunta a las cartas con la esperanza de que sea todo irreal, de que sus miedos no tengan ninguna base, de que no ocurra eso malo que está temiendo. Y hay ocasiones en las que en efecto es así, y todo eso que el consultante tiene en su cabeza está sólo ahí, en su cabeza.
Pero también hay ocasiones en las que en efecto las cosas vienen mal dadas, en las que todo va a ir mal, en las que tenemos que dar malas noticias. Y saber hacer esto con la máxima eficacia es fundamental en este oficio nuestro tan hermoso de ayudar a otras personas con las lecturas de cartas.
Vamos a profundizar es este asunto:
El Desafío de Dar Malas Noticias
Para entender todo el proceso y lo que podemos hacer al respecto vamos a ir paso a paso recorriendo los principales aspectos de la cuestión:
1. La Importancia de Saber Cómo Dar Malas Noticias
Dar malas noticias no es una tarea sencilla. Puede generar ansiedad, bloqueos mentales y miedo en el tarotista. Sin embargo, aprender a hacerlo de manera efectiva es fundamental. Algunas razones por las que es importante saber cómo dar malas noticias son:
Evitar Confusión e Incomprensión: Comunicar de manera clara y directa ayuda a evitar que la persona receptora se quede en un estado de confusión o incomprensión.
Informar sobre los Pasos a Seguir: Al dar malas noticias, es crucial proporcionar al consultante toda la información que dan las catas, incluida, si es el caso, los pasos que la persona deberá emprender desde ese momento.
Reducir la Ansiedad y el Comportamiento Disfuncional: Una comunicación adecuada puede disminuir la ansiedad y prevenir comportamientos disfuncionales.
Conciencia de la Nueva Realidad: Ayudar a la persona a tomar conciencia de su nueva realidad es esencial ya que así podrá tomar las mejores decisiones posibles.
Minimizar el Impacto Psicológico: La forma en que se comunica la noticia puede afectar significativamente el impacto psicológico en la persona y que el golpe que el consultante recibe sea lo menos doloroso posible.
2. Por Qué Nos Da Miedo Dar Malas Noticias al hacer Lecturas de Tarot
El miedo a dar malas noticias con el tarot es una reacción natural. Algunas razones detrás de este miedo son:
Generar Malestar o Dolor: El tarotista teme causar malestar o dolor en la persona receptora.
Inseguridad y Bloqueos: El miedo puede llevar a bloqueos mentales y a sentirse inseguro al enfrentar la situación.
Necesidad de Evitar o Acabar Rápido: A veces, el miedo nos lleva a querer evitar la situación o a terminarla lo más rápido posible. Una especie de escapismo que lleva al tarotista a querer rehuir estas situaciones porque no sabe cómo manejarlas.
3. Claves para Comunicar Malas Noticias
Para comunicar malas noticias de manera efectiva, considera las siguientes claves:
Comunicación en Persona: Siempre que sea posible, comunica las lamas noticias de persona a persona. No olvides que tu consultante es una persona como tú, con tus mismos miedos y sentimientos.
Contacto Visual y Tono de Voz: Mantén contacto visual si la lectura de cartas es presencial y utiliza un tono de voz adecuado (pausado y claro).
Lenguaje Sencillo: Evita tecnicismos y utiliza un lenguaje comprensible.
Individualización: Adapta el proceso de comunicación al consultante. Cada persona es única, y lo que algunos aceptamos bien a otros les causa pavor.
Reducción de Ansiedad Personal: Controla tu propia ansiedad o nerviosismo y así evitarás trasladarla a tu consultante.
Generar un Espacio de Intimidad y Seguridad: Crea un ambiente propicio para la conversación en la que la otra persona se sienta segura.
Conocer las Necesidades del Receptor: Asegúrate de conocer las necesidades específicas de la persona. Intenta centrar el tema de la pregunta lo más claramente posible.
En resumen, aprender a dar malas noticias es una habilidad valiosa que puede tener un impacto positivo tanto en el tarotista como en el consultante. A pesar del miedo inicial, una comunicación cuidadosa y empática puede ayudar a las personas a adaptarse a nuevas realidades y afrontar situaciones difíciles.
El Mensaje del Tarot de Marsella
Antes de empezar a escribir este artículo le he preguntado al tarot qué información nos quiere transmitir sobre este tema del Miedo a dar malas noticias con el tarot. Se lo he preguntado al Tarot de Marsella de Jean Dodal, restaurado por nosotros en 78 Puertas y que tienes disponible en nuestra web.
Y lo que ves aquí es la respuesta que nos han dado los arcanos con su siempre exquisita sabiduría. Tenemos los arcanos del Carro, la Fuerza, la Luna, la Justicia y la Rueda de la Fortuna. Puedes ver la foto con las cartas en la cabecera de este artículo.
¿Qué mensaje es el que nos está dando el tarot sobre este tema?
Fíjate en cómo vemos representados en el arcano del Carro los avances, los movimientos.
Un auriga conquistador, heredero de los famosos desfiles triunfales de los generales triunfadores de la antigua Roma, avanza (o eso parece) allá por donde le lleven sus caballos, los cuáles en realidad no parecen que lo tengan muy claro.
Aquí tenemos una clara representación de la indecisión que genera en el tarotista aficionado este tema de dar malas noticias. Como he dicho antes, a ninguno nos gusta dar este tipo de mensajes. Pero el que no nos guste, no va a hacer que desaparezcan. A todos nos han dejado de lado, nos ha relegado, nos han dado calabazas, nos han rechazado, etcétera.
Y por eso, por este miedo, tenemos luego a la Fuerza.
Este arcano nos está marcando un claro parón en el tema. Estamos refrenando, reprimiendo a este león. Algo que siempre es muy mala idea como cualquier psicólogo podrá indicarte. El padre del psicoanálisis moderno Sigmund Freud escribió mucho sobre este tema de la represión psicológica y de los daños que a largo plazo causaba en la persona.
Precisamente vemos cómo en ese león, en ese animal de color carne humana, su garganta se va llenando de fuego azul.
El mismo fuego azul que vemos liberarse “a lo bestia” en el arcano de la Torre.
Esta represión, este parón en el dar malas noticias que vemos representado en el arcano de la Fuerza, tan sólo genera una acumulación de energía negativa en el propio tarotista. Algo que redunda en su propio daño.
Por este motivo el tarot de Marsella, siempre tan sabio, nos entrega a continuación el arcano de la Luna.
Aquí el fuego azul que ardía en el pecho del león se ha convertido en agua, agua azul, lo cual es algo totalmente normal y lógico. Lo que antes era anormal se ha convertido en algo natural, una laguna de agua. Se ha dejado salir el mensaje.
De hecho, este arcano mayor tan particular en el que no hay representaciones de personas, sólo de animales, nos está dando un mensaje adicional. No hay personas, las personas desaparecen. ¿Qué persona ha desaparecido?
La que veíamos antes, la Fuerza.
Hacer desaparecer la Fuerza implica dejar de hacer lo que esta persona estaba haciendo, y como hemos explicado antes, este arcano nos está marcando una represión, un reprimir y frenar en seco el transmitir noticias. Hay que dejar de hacer esto.
Además, vemos cómo el león se ha convertido en un perro o lobo que está aullando a la luna acompañado por otro. Se ha unido a otra persona mientras manifiesta y saca de su interior aquello que antes se refrenaba. Es decir, aquí se está anulando a la Fuerza y se está manifestando y diciendo aquello que se quería callar en el arcano anterior. Es como si fuera el reverso de la moneda, la otra cara de la misma.
El Arcano Mayor de la Justicia
viene aquí a recordarnos que no debemos desviarnos de nuestra misión como tarotistas. Lo que es justo es justo, lo que es correcto es correcto, aunque no nos guste. Tenemos que cortar con esa espada con nuestros propios prejuicios y opiniones al respecto del tema de la consulta.
Otro aspecto distinto es que el tema de la consulta vaya en contra de tu propia moral o código ético, que la pregunta te dañe a ti persona o como profesional. Entonces puedes y debes negarte a hacer la lectura, con total tranquilidad. Puesto que lo que la persona consultante quiere de ti va en contra de tus principios, no de tus prejuicios, sino de tus principios.
La Justicia también nos está indicando que hay que saber buscar esta distancia de seguridad emocional merced a la cual, y aun manteniendo la empatía con tu consultante, seamos capaces de dar esa mala noticia sin implicarnos emocionalmente, sin que nos pase factura a nosotros mismos bien sea emocional o físicamente. Para poder ayudar a los demás, debemos ser capaces de empezar cuidándonos a nosotros mismos.
Finalmente, el mazo de tarot nos proporciona a la Rueda de la Fortuna.
La Fortuna siempre fue considerada como una diosa muy voluble en la antigüedad clásica. Por eso va derramando los dones del cuerno de la abundancia según avanza en su camino, siempre hacia adelante, nunca vuelve atrás. Por eso se suele decir que la Fortuna no sonríe dos veces al mismo sitio o a la misma persona.
Hay que aprovechar las oportunidades cuando se presentan. Y en este caso, en este tema que nos ocupa hoy, la oportunidad se refiere a ayudar a tu consultante, a esta persona que acude a ti para que le ayudes. Necesita ayuda, necesita información, necesita soluciones. Tú no puedes tomar las decisiones por ella, no puedes ni debes ir a su casa a poner los puntos sobre las íes. No. El libre albedrío de esa persona es el que hará que haga o no haga aquello que tenga o pueda hacer.
Pero para poder hacer eso, para poder llegar a ese punto te necesita a ti.
Necesita la información que tus cartas le pueden dar.
Y si no se la das, si dejas pasar esta oportunidad, entonces dejarás pasar de lado este “regalo” que el destino pone en tu mano. Porque ten en cuenta que, si esta persona ve que no recibe tu ayuda, que no la ayudas, desconfiará y no volverá a ti. Y tampoco lo hará si sólo le das buenas noticias y la dices que todo va a ir bien, y al cabo de un tiempo sucede eso “malo” que no la has querido decir. Se encuentra de repente, por sorpresa y sin preparación con todo lo que pensaba que iba a pasar y que tú la dijiste que no iba a ocurrir. ¿Cómo crees que va a reaccionar tu consultante en ese momento? ¿Qué crees que va a pensar de ti?
Conclusión
Todo esto nos lleva a una conclusión sobre el tema de dar malas noticias con el tarot. No sólo no tenemos que callarnos, sino que tenemos que impedir como tarotistas serios y empáticos, que nuestros prejuicios nos impidan ejecutar nuestro trabajo con seriedad y profesionalidad. Debemos avanzar en el camino y recorrerlo hasta el final sin quedarnos a medio camino, puesto que nuestro objetivo siempre ha de ser ayudar a esa persona que acude a nosotros. Ayudar a esa persona a resolver sus dudas, sus miedos, etc. Darle las soluciones o los mensajes que las cartas le están dando.
Todo ello sin perder la empatía que la otra persona, nuestro consultante, se merece, pero sin por ellos dejarnos arrastrar a un pozo de desesperación, miedo o negación.
Si nos guardamos esta información no sólo nos estaríamos auto censurando, también le estaríamos negando a esa persona la ayuda, la información, por la que nos está pagando, o si no cobras por tu trabajo, le estarías negando esa ayuda que te está pidiendo. Y lo harías no por el miedo de ella, sino por el tuyo propio. Tú serías tu mayor enemigo.
Al permitir que tu miedo a dar malas noticias con el tarot interfiera con tu profesionalidad, no estarás haciendo bien tu trabajo y eso se nota y te acabará pasando factura.
Esto no implica que haya que ir dando golpes morales a diestro y siniestro, ni ser un ave de mal agüero, ni nada por el estilo. Tan solo implica que debemos ser profesionales en nuestro trabajo, y tener la suficiente entereza como decir Sí cuando sea Sí y decir No cuando sea No, independientemente de que Sí o No pueda ser malo o bueno.
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